Amistad Valencia  30 abr 2016

LA SEÑORA TERESETA.

Resuelta, valenciana, clara, casada bien casada con un hombre alto y confiado. Delgada y enjuta, pelo corto, años setenta, otro tiempo y nada de libertad.

La señora Tereseta, de aquí, de Calixto III, de Juan Lloréns, de la planta baja en la que laboraba bien cerca del colegio de primaria al que fui. Alguien que no era mi familia, pero que cuando nos veía pasar por la puerta de su lar a mi madre y a mí, todos los miércoles me ponía unas monedas en la mano e invitaba a mi madre a que entrara y que así veríamos la tele.

Con aquellas monedas destinadas a que yo adquiriese mi panquemado y mi barra de chocolate en un horno bien cercano, merendaba feliz por aquel regalo entrañable de reyes que era la sorpresa que substituía a una familia que nunca estuvo en donde debió estar.

No sé qué fué de la señora Tereseta, y por lógica de Cronos ha muchos años que se habrá ido a otro lugar que no es éste. Pero mientras yo esté aquí para contar cosas, la señora delgada y resuelta, conmovida y generosa, siempre permanecerá en mi recuerdo eterno.

La infancia de este modesto escritor se vuelve a la perspectiva de un tiempo que también fue mío, y de todos nosotros, e inolvidable, y duro, y siempre recurrente para los sentimientos y para la sensibilidad. Ahí queda pues un trozo de mí con esa aventura en forma de mujer familia, que convertía los tiempos del tedio en momentos expectantes.

-GRACIES, SENYORA.-



0
📄 0
📊 71



Cargando