Proponemos una mirada diferente a la fibromialgia, una mirada amorosa, integradora, incluyente, consciente… porque ninguna patología puede verse separada de la persona que la vive ni de su entorno y circunstancias vitales. De esta manera, la enfermedad cobra sentido y se vuelve accesible y fácil de manejar.
Toda enfermedad puede ser vivida con dignidad y desde el amor, y llegar a ser una plataforma de aprendizaje vital que nos hará subir algunos peldaños en la escala de nuestra evolución personal