Míralos, están ahí,
mira esa sonrisa infante,
¡ya viene Baltasar, niño,
ya está ahí tu regalo de ilusión.
Recuerdo aquellas noches cuando era nano,
nervios, expectación y cabalgata,
caramelos, camellos y pajes,
y una noche inexplicablemente feliz.
Despertar por la mañana a la magia
a la ilusión de las cajas de los magos,
¡por supuesto que los reyes existen
de modo que nadie me lo pueda negar.
Tradición bella y humana,
tiempo de infancia necesaria,
¡ya está ahí Gaspar,
¡Y Melchor el rubio creo,
y luces, y chocolate, y todas las risas,
y esa necesidad de que pase algo grato,
y ese derecho que tenemos siempre a soñar.
Esos reyes que vienen y han venido,
esa idea tierna con guiño a eternidad,
ese caramelo que han tirado ya es mío,
y este otro, y aquel de naranja,
y tienes ganas de que esa ilusión siga siempre.
-Y LA TENDRÁS-