Enseñar alta tolerancia a la frustración en niños y niñas

CÓMO MANEJAR LA FRUSTRACIÓN EN LOS NIÑOS

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En esta etapa de confinamiento que estamos viviendo debido al COVID-19 no me quiero olvidar de los más pequeños de la casa.

Son momentos muy difíciles para todos, pues en realidad, aunque es por un bien colectivo y por la salud propia, estamos privados temporalmente de parte de nuestra libertad.

Los niños y niñas pueden estar padeciendo esta situación con más estrés que nosotros porque la mayoría de ellos no entiende porque no pueden salir a jugar en la calle con sus amigos y compañeros de clase. Lo que se puede convertir en una situación dramática para muchos niños, niñas, padres y madres debido a la ansiedad y sus respectivos comportamientos desadaptativos que puede generar a cada miembro de la familia.

No obstante, este momento que estamos cruzando es un buen momento para enseñar a nuestros hijos e hijas a tolerar la frustración.

La frustración es un estado emocional que se presenta cuando una deseo, un objetivo, una necesidad o una expectativa no se llega a satisfacer en el momento que se quiere.
Cuando no se cumplen estos deseos o expectativas, tenemos sentimientos de tristeza, enfado, rabietas, angustia, depresión, ansiedad…

Gestionar bien la frustración significa ser capaces de afrontar los problemas y limitaciones en los cuales nos sumergimos durante todo nuestro ciclo vital, y saber manejar estas situaciones a pesar de las emociones desagradables que podamos experimentar.

Cuando nuestros hijos e hijas solicitan algo y se lo damos inmediatamente o poco después con tal de no escucharlos, estamos enseñándolos a tener una baja tolerancia a la frustración. Es verdad que nosotros descansamos, pero no estamos actuando correctamente si de verdad nos interesa el futuro de nuestros pequeños. Ser madre o padre, significa que tenemos que dotarnos de paciencia hasta límites insospechados para aprender a manejar nuestras emociones y enseñar a ellos a gestionar sus emociones, las cuales determinaran el éxito en sus vidas.

Los niños y niñas con poca tolerancia a la frustración manifiestan los siguientes síntomas:

· Les resulta difícil gestionar sus emociones

· Actúan con impulsividad

· Pueden desarrollar sintomatología ansiosa, depresiva, estrés…

· Son más egocéntricos

· Quieren inmediatez en todas sus peticiones

Entrenar a nuestros hijos e hijas en para que un futuro sepan tolerar la frustración y enfrentarse a ella de forma positiva puede tener muchos beneficios, entre los cuales están Mayor rendimiento académico

· Elevada motivación

· Más orientación hacia el logro

· Equilibrio emocional

· Mayores defensas del sistema inmunológico

· El porcentaje de personas con adicciones es menor en personas con alta tolerancia a la frustración

· Más realistas

¿Qué os parece? ¿vale la pena que por el futuro de ellos perdamos un poco de nuestro tiempo y tengamos más paciencia??

Yo creo sin ninguna duda de que tenemos que hacer ese esfuerzo ya que cuando decidimos ser padres o madres, lo hacemos para dar lo mejor de nosotros a nuestros pequeños.

También es cierto, que a veces nos desborda la situación porque no sabemos cómo hacerlo, por ello, te ofrezco estas técnicas para poder educarles en la alta tolerancia a la frustración:

· La primera técnica que te voy a ofrecer es la del modelaje: aprendemos a través de lo que vemos y esto conlleva a que si mis padres actúan de una cierta forma ante una adversidad, es así cómo tengo que actuar yo [el niño/a]. Por lo tanto, lo primero que debes hacer como padre o madres, es aprender a gestionar tú tus propias emociones.
Nosotros podemos ayudarte.

· Jugar con ellos a meditar o a estar estáticamente durante un tiempo como forma de prevención y utilizar este juego cuando surjan rabietas o enfados.

· Enseñarle algunas posibilidades de cómo se pueden hacer las cosas, pero no darle todo mascado, ya que si se lo da todo hecho para no perder tiempo o no tener emociones desagradables por parte de los padres y/o madres, esto no permitirá que el niño/a aprenda a afrontar situaciones en las que puedan surgir dificultades, por eso es importante que ellos aprendan por sí mismos a resolver sus conflictos.

· Cuando tengan rabietas y el comportamiento que este manifestando no sea correcto, no os dejéis llevar, hay que seguir siendo firmes en nuestra decisión, de lo contrario, nuestros hijos aprenderán que mediante comportamientos disruptivos, se consiguen lo que se desea.

· Hay que programar objetivos a medio y largo plazo, para que vayan aprendiendo que la inmediatez de las conductas no siempre va ser posible.

· Otra de las técnicas que se puede usar es el role-playig: Aquí dependerá de la edad del niño/a pero se puede jugar a interpretar los papeles opuestos. Es decir, el papi o la mami serán quienes están experimentando una situación ansiosa por baja tolerancia a la frustración y el niño tendrá que dar consejos para que pueda resolver ese momento de angustia. Después, se intercambian los papeles para que el niño ponga en práctica lo que él mismo ha aconsejado.

· Incentivar con una recompensa cuando él o ella hayan tenido un comportamiento ejemplar frente a una situación de crisis.

Estas son algunas técnicas que puedes utilizar para que tus hijos aumenten la tolerancia a la frustración, pero recuerda, que tú eres su héroe o heroína y eres una fuente de aprendizaje para ellos. Por lo que, la lección más importante que puedan obtener, es viendo como actúan sus progenitores.

Si en los momentos en los que nos encontramos, crees que puedes necesitar ayuda, ¡en Peace of Mind estamos a tu disposición

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Autor: Neftalí Tarín

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