Es una expedición apasionante que parte desde la convicción. Vivir es atreverse a salir del huevo en busca de aversidades y alegrías. Tomarse las temperaturas y haced caso al Poeta que no habla de camino sino de caminantes.
Vivir es haber descansado suficientemente. Haber sido coherente con los deseos naturales, y apostar por un tiempo concreto que vale la pena. Todo vale la pena si se tiene en la cabeza el verbo aprender.
De la segunda conjugación.