NADA.

Te fuiste de mi y de mis ojos y no queda nada,

las tardes se hacen imposibles y tozudas

porque ya no estás tú.

Se fue mi tiempo de vacación pegado a tu distancia,

el lamento es la música de fondo cuando ya no te siento,

pero este tiempo ya muerto no tiene arreglo sino realidad.

El día es noche porque añoro tus labios,

la noche es día porque huelo tu piel,

las horas son anécdotas anodinas porque ya no habrá nada

y porque no puedo por ahora independizarme de tu recuerdo.

No,

no estás,

no puedes estar,

has elegido otros ojos y otras manos,

has urdido un proyecto en donde yo no estoy,

y todo es vacío y rechazo, tristeza y llanto.

Desierto, oquedad, incertidumbre, tú,

tus besos con lengua,

nuestros baños sin ropa en las pozas que nadie sabrá,

la sal de nuestro sudor en uno, nuestro amor y el adiós.

Nada más,

nada menos,

todo a menos séis,

tiempo final de nuestro abrazo

en un río que se ha secado antes de morir en un mar.

-DE AMOR-