La alimentación consciente y responsable, otro modo de crecimiento personal

La alimentación representa el 80 de nuestro tiempo diario. Empleado en elaborar una lista de compra, organizar el menú diario o semanal, el tiempo de preparación, de friegue de los utensilios y electrodomésticos usados, el momento de desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar; realizar la compra, organizarla en despensa, armarios y nevera. Hasta el reciclado de los embalajes y posterior reparto en los contenedores.

Cuando soy más consciente de ello es cuando hago algún ayuno, porque todo ese tiempo que empleo en la alimentación lo empleo en otras cosas, aunque la primera sensación es de vacío, porque parece que falta algo si no empleo ese tiempo en todo lo relacionado con la comida. La primera impronta es pensar, "sino cocino, compro, friego, etc. ¿que hago?,y luego se transforma en "cuántas cosas puedo hacer", evidentemente a un ritmo más pausado pues no poseo la misma energía, pero descubro que en ese ritmo todo lo disfruto más: un paseo, leer un libro, tumbarme en el campo, meditar,...todo adquiere un matiz que me transmite paz. Por eso los ayunos además de limpiar el organismo, me liberan de dependencias alimenticias, y me permiten disfrutar de la vida desde una mayor serenidad. Y cusiosamente el tiempo que pasaba en ayuno semanal me lo pasaba buscando nuevas recetas, más saludables, pues ese tiempo me permitía tomar conciencia del modo en el que me estaba alimentando y aprovechaba para hacer cambios y mejorarlo o adaptarlo a mis nuevas necesidades, ya que el organismo no siempre necesita los mismo, también evoluciona..

Ahora suelo hacer ayuno un día por semana, o quizás semi, porque es a base de fruta e infusiones. También intento estar tres días seguidos sin tomar carbohidratos [pan, cereales, pasta, los únicos azúcares los naturales de las frutas], de ese modo observo las diferencias de mi estado corporal cuando tomo o dejo de tomar ciertos alimentos, y puedo comprobar por mi misma la veracidad de todo aquello que ya muchas personas difundes sobre los beneficios de no comer carbohidratos.

Aún así, para mí una alimentación consciente y responsable representa no basarme en dietas que defienden como la mejor otras personas, pues cada persona tiene unas necesidades distintas y un proceso personal diferente. Lo que hago es informarme e indagar un poco en todas y tomar las pautas de lo que a mi cuerpo le beneficia. Experimentar en mi y apartir de ahí desarrollar, tal como hice, mi propio sistema de alimentación, variada, flexible y abierta a nuevas mejoras.

Yo creo en:

1. la variedad sin excesos,
2. en los descansos [ayunos]
3. en las limpiezas del organismo por medio de infusiones o complejos naturales.
4. en escuchar las necesidades del cuerpo, diferenciarlas de las ansiedades alimenticias que buscan cubrir carencias o determinados estados de ánimo. Practico al hacerlo la constancia y la voluntad.
5. el amor hacia toda materia prima y hacia todas las personas y estructuras implicadas para que yo pueda tomar cada alimento.

Elijo comprar la mayoría de veces alimentos cultivados en zonas cercanas, en tiendas familiares más que en supermercados grandes, buscando sabor y naturalidad. En el tema de animales, agradezco su entrega [elegida o no eso sería otro tema de debate,jjjj] y elijo los más carentes de sufrimiento, desde mi percepción de sufrimiento que quizás no sea real. Las proteinas las acompaño de muchas verduras facilitando la digestión. He aprendido a hacerme el pan, me hago cocas de llanda, magdalenas, así puedo elegir los componentes más saludables. no compro comidas prefabricadas que saben a aditivos. Mastico bien los alimentos, los saboreo. No añado a mi momento de comida situaciones de estrés, prisas, ambientes negativos o informaciones que generan miedos e insensibilidad propios de los medios de comunicación. elijo acompañarlo de serenidad y buen ambiente. ¡¡¡La comida me sienta mejor, del otro modo se convierte en insana.

Esto es para mí una alimentación consciente y responsable, por eso, cuando me voy a una pastelería un día con amigas y nos hacemos un café con leche con alguna pasta, tomo conciencia de que se convierte en saludable porque forma parte de un momento de compartir, reir... sabiendo que tomarlo no es lo habitual.

La alimentación no ha de convertirse en un castigo, sino en un modo de sentirse sano, de sentirse bien, de crear agradables momentos, sabiendo que te cuidas con amor y respeto.